Me gusta mucho cuando los grupos experimentan: cuando exploran dentro de diferentes ritmos, sin perder su rumbo original. Coldplay, por ejemplo, es un grupo que no se caracteriza por experimentar. Los trabajos que ha publicado hasta el momento, pese a que tienen sus diferencias, mantienen una atmósfera que permite identificarlas. Ya sea por el diferencial que otorga de inmediato la voz de Chris Martin o por el camino Soft-brit-rock que eligieron, es una banda que tiene un estilo característico que se repite álbum tras álbum. Pero me alegra reconocer, en pro del rock del siglo XXI, que en su último trabajo se atrevieron a cambiar. Mylo Xyloto es un gran álbum, lleno de matices y de melodías diferentes que dan una gran experiencia a quien lo oye completo.
Los cambios y el orden de las canciones están muy bien pensados. Cada canción tiene una energía distinta a las demás. Es tal vez esa variedad la que destaca a Mylo Xyloto como el trabajo más versátil de Coldplay hasta el momento. Ese era uno de los argumentos que ostentaban los detractores de la banda británica desde su fundación: la uniformidad en su música, traducida en aburrimiento. Todos esos años manteniendo un estilo uniforme parece haber propiciado una explosión creativa en la banda, reflejada en cierta parte en “Viva la vida”, y aprovechada en su totalidad en este álbum.
Charlie Brown, por ejemplo, es una canción con una energía vibrante permanente, lo que mantiene al oyente interesado y contento con lo que está oyendo. Arreglos de orquesta acompañados de la voz de Brown y de la técnica de cada uno de los integrantes de la banda para entregar una muy buena canción. Us against the world, corte 5 del álbum, está llena de frases expresivas que dejan una sensación peculiar de alegría en quien las oye. Incluso Rihanna tiene su espacio en el álbum con “Princess of China”, una canción que tiene todo para ser un éxito comercial sin dejar a un lado a los verdaderos fanáticos de la banda.
Mylo Xyloto es un excelente ejemplo de por qué se le debe dar a las bandas la oportunidad de que experimenten con su estilo, por más que a muchos no les guste. Metallica lo vivió en los 90’s, dándole la espalda a los fanáticos que cosecharon hasta 1990 pero regalándole al mundo las pautas para el rock que se desarrollaría en esa década. Coldplay logró un gran álbum con el Mylo Xyloto. De hecho, es mi favorito hasta el momento, y no dudo en recomendárselo a quién me lea; Cada vez que lo pongo encuentro cosas nuevas que me demuestran que Coldplay todavía tiene sorpresas para sus fanáticos en los años por venir.
En twitter @Diegotovarp
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