sábado, 23 de julio de 2011

Carta

Hace unos días te dije que si todos mis días fueran a ser tan felices como han sido los días que he pasado junto a ti no dudaría un segundo en pasar el resto de mis días contigo. Me miraste con esos ojos que me sonríen cuando me ven a lo lejos. Después dudé de ti y seguiste con esa sonrisa y ese brillo en tus ojos. Te repetí que te amo y me lo repetiste hasta el cansancio. Te extraño, me hace falta tu voz, quiero sentir tu piel, te gritan mis labios.

Quiero verte como ese primer día con tus pantalones rotos y tu andar pausado. Quiero verte comer lento, olvidar las direcciones y escuchar alguna canción en la radio que nos haga reír. Quiero que manejes como taxista, quiero que me guíes como experto, quiero que sin hablar nos digamos muchas cosas. Me encanta verte distraído, me encanta que al final del día hagas un esfuerzo enorme por recordar lo primero que te dije, el sueño atrasado, la mirada cómplice, el abrazo amigo, el beso apasionado, la caricia indebida.

Te extraño y como el correo no llega rápido a donde tú estás, te envío esta notica en la web para que te acuerdes que irse es bueno y volver a veces es mejor.

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