El Bayabuyiba

Bueno, me han preguntado más de una vez qué significa El Bayabuyiba y por qué lo uso como seudónimo en la red y en mi columna en Despertar. El asunto es muy sencillo y se remonta a mi primera infancia, cuando apenas tenía tres años. Resulta que a pesar de no parecer yo era un niño sumamente travieso y desesperante, desde pequeño fui un tirano sumamente déspota. No me cuesta aceptar que me encantaba (y me sigue encantando) dar órdenes, ser el centro de atención y que un rasgo característico de mi personalidad es la antipatía.

Resulta que cuando era pequeño no me gustaba que me interrogaran pero ¡cuidado! si osaban no responder mis cuestionarios. En aquella época pasábamos el tiempo entre Sogamoso y el llano y aprendí la horrible costumbre (que todavía guardo) de mantener un tono de voz alto para comunicarme, cuando tenía furia me dirigía a mis papás como "la gente pendeja" y me encantaba conversar con los adultos en lugar de jugar con mis primos.

El caso es que desarrollé un mecanismo de defensa para evitar responder las preguntas que me hacían. Cada vez que no tenía ganas de responder o que no sentía que la persona fuera digna de una respuesta adecuada ponía como personaje principal a El Bayabuyiba. Entonces si mis tías me preguntaban a dónde iba, mi respuesta sería pues pa'l Bayabuyiba. O si mi abuela osaba preguntar con quién iba yo no tenía descaro en decirle: pues con El Bayabuyiba, ¿con quién más ha de ser?

No era un amigo imaginario, porque El Bayabuyiba bien podía ser un lugar, una comida, una persona o cualquier otra cosa, según hiciera mérito la ocasión. Bueno pues resulta que la palabra que tanto enloquecía a mi familia se quedó como parte de nuestra memoria colectiva. Cuando quise abrir un blog pensé que sería muy aburridor ponerle mi nombre o una cosa así, me puse a escarbar en mi cabeza algo que fuera 100% mío y descubrí que la única que aplicaba era El Bayabuyiba. Y henos aquí, dos años después. A todos los que leen mil gracias y a los que describieron a su manera El Bayabuyiba pues ustedes bien saben que hacen parte de mi corazón.