viernes, 1 de marzo de 2013

Tal vez me conozcas

Rodrigo, la verdad es que vi tu post sobre la convocatoria de escritos para tu blog... Y decidí aprovecharme de ella para desahogarme. Pero no soy capaz de ponerle mi nombre a este escrito, no soy capaz de firmarlo y aunque somos amigos y te quiero mucho nunca he sido capaz de hablar de esto contigo, o con casi ninguna persona. Si decides publicarlo, queda bajo tu criterio si este prólogo debería ir junto con el escrito... Pero aquí va: la historia que nunca cuento de mi vida...

Yo siempre he sido una persona solitaria, melancólica, pensativa... ¡triste! Fue en la universidad cuando lo descubrí. Descubrí el arte de usar máscaras sobre mi tristeza. Ahí mismo descubrí otra técnica muy útil para mi vida, vivir felicidades de por tus amigos.. Sí, ya no soy una persona triste un 100% del tiempo, pero soy una persona altamente mentirosa.

¡Les miento a todos! Todos juran que soy el hombre más feliz que conocen. No lo soy, tengo problemas de autoestima, sufro mucho y todo me lo trago. Nunca me verás llorar, nunca me verás con una cara larga. Aún así tú sepas que yo estoy sufriendo, nunca verás una de mis lágrimas, esas son para mí. De hecho ¿por qué sabrás que estoy sufriendo si lo oculto tan bien?

Soy una persona solitaria luego naturalmente me rodeo de mucha gente donde sea que esté. Esta gente me trae algunas felicidades transitorias: una cena, unos tragos, un café, conversaciones largas y sin sentido. Es tan fácil chuparles sus felicidades, vivir de sus logros, de sus éxitos. Yo tengo los míos y ellos los celebran, pero aún así me siento sólo.

Soy una persona que vive de máscaras y nunca muestro realmente quién soy. Siempre estoy feliz, siempre soy alegre, siempre soy escandaloso/a... porque és más fácil poner esa fachada que la realidad de mi timidez y soledad, porque así nadie pregunta nada y esos momentos de tristeza pueden quedar relegados al ámbito de lo privado, donde nadie nunca tendrá que enterarse que existen.

Yo tengo un doctorado en fingir felicidad. Desafortunadamente entre ese grupo de personas que me rodean hay personas que tienen uno en detectar cuando estoy fingiendo, lo saben y con una mirada sé que han leído los subtítulos debajo de mi mirada y mi sonrisa. Hay personas que llegan al punto de preguntar qué me pasa e invariablemente responderé que nada, aunque no les convenza.

A quienes tienen esa habilidad, no lean los subtítulos, o si los leen hagan de cuenta que no están allí. ¿Por qué? ¿Por qué si se preocupan por sus amigos? porque esa es mi forma de vivir la vida y de lidiar con la dura realidad. Cuando esté listo para contarte parte de mis tristezas lo haré y las compartiré contigo, antes sólo me hará daño saber que las notas. Nunca te contaré todo lo que me aflige, pero algún día que me sienta sólo y triste, seguramente acudiré a ti con alguna de ellas.

A ti, quien está leyendo esto, te digo: tal vez me conozcas... o bueno, tal vez no me conozcas a mí, el autor, pero tal vez conozcas a una persona que sienta exactamente lo mismo. Y si es el caso y sabes quien es esta persona, piensa lo que acabas de leer cada vez que trates con ella, no la dejes sola. Pero tampoco la ahogues con preguntas de "¿qué te pasa?" porque seguramente le vas a recordar cosas que tal vez querría olvidar... Piensa en esto antes de cada "¿qué te pasa?" que digas.

___
En septiembre es la serie de anónimos. Este año comienzo marzo con una excepción.

1 comentario:

  1. Gracias por compartir. Te invito a que nos sigamos y a ver mi ultimo shooting, para QA, muévete a verlo. Besos y besos.

    ResponderEliminar