domingo, 28 de junio de 2009

No quería pero...

No quería hablar más de política antes de publicar el cuento que llevo prometiendo, pero es que se me había escapado un asunto que me parecía fundamental, la visita de Antonio José Ledezma al país.

Varias cosas para decir al respecto, primero que él y sólo él es el Alcalde de Caracas, por más que a Chávez no le guste a él lo eligieron unas 800 mil personas, eso quiere decir que en una ciudad con la mitad de la población de Bogotá tuvo una votación casi igual a la del alcalde sabanero. Eso también quiere decir que el poder popular está representado por el señor Ledezma y no por la nueva figura de la administración del Distrito Federal.

Segundo, que la visita de Ledezma no tuvo el impacto mediático que merecía. Nuevamente varias cosas por decir, él podría escoger a nuestro país como el lugar para asilarse si al presidente del vecino país le da por enjuiciarlo, como hizo con otros opositores. También que él escogió como escenario para discutir políticas públicas en Bogotá, la ciudad que de alguna manera ha sido el modelo de desarrollo urbano en América Latina en la última década.

Tercero, grotesca, casi para escribir en mayúscula, la actitud de nuestro Alcalde Mayor que no fue capaz de darle un tiempito a su colega venezolano. No fue capaz de decir que no está de acuerdo con que le quiten el puesto así como así a los mandatarios locales, se acuerdan del escándalo que montó el año pasado cuando el Ministro Santos hizo un Consejo de Seguridad en el sur diciendo que se le estaban metiendo al rancho, parece que el fin del poder de Ledezma sobre Caracas no es importante. Samuel, das asco.

Por último es que me gustó el gesto de coraje de Lucho, Antanas, Enrique y Jaime en la defensa de Ledezma. Todos ellos fueron responsables del cambio de Bogotá, desde Castro que arregló las finanzas, Mockus que nos enseñó a comportarnos, Peñalosa que construyó una ciudad para la gente hasta Garzón que le dio a la gente más pobre herramientas para vivir mejor, todos fueron una pieza fundamental en la Bogotá que vivimos y que Ledezma parece quiere imitar. A ellos felicitaciones.

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