Pues yo no quería opinar tanto de los temas políticos porque he notado que a ustedes, mis lectores y lectoras, no les gustan mucho. Sin embargo, no puedo morderme la lengua y quedarme sin opinar lo que pasó políticamente en Colombia esta semana. Muchas veces he escuchado que el Frente Nacional sólo se acabó en 2002 cuando un presidente fue elegido representando un movimiento ciudadano y un candidato de la izquierda logró estar en la pelea real por el poder.
Lo triste es que el candidato de los ciudadanos se convirtió en el hombre de los conservadores y de un grupo de nuevos partidos que no son incluyentes y que parecen destinados a acabar con las reglas de juego y la fórmula política de la Constitución de 1991. La izquierda, es decir el Polo Democrático Alternativo, ha tenido una peor suerte, después de lograr 2 millones de votos en las elecciones nacionales de 2002 y de obtener la alcaldía de Bogotá y la gobernación de Nariño, este año no ha podido ponerse de acuerdo, ser incluyente y construir un proyecto nacional. Al contrario ha creado un escenario de corrupción en la administración de Samuel Moreno, gobierno que además ha estado completamente desconectado de la opinión ciudadana; también demostró que no le interesa llegar al electorado, no ha condenado a las FARC con total claridad y esta semana dejó que su principal líder de opinión se fuera del partido.
Debo confesar que Lucho Garzón no me gustaba ni poquito. Su pasado sindical y la posibilidad de rodearse de gente de dudosa reputación como los hermanos Moreno Rojas o el senador Dussan. Sin embargo, logró ser un burgomaestre que demostró que la izquierda puede gobernar sin problemas, estuvo al lado del Presidente Uribe tratando de desarrollar la ciudad y se rodeó de un equipo técnico de todas las ideologías. Desde que salió de la alcaldía se dedicó con certeza a criticar los malos pasos del gobierno nacional sin obviar los avances de Colombia en los últimos tiempos.
Su participación en la declaración de los quíntuples fue acertada e inteligente. Su candidatura no tiene muchas posibilidades reales sin la unión con Fajardo, Mockus, Ramírez, Peñalosa y depronto Petro y Parody. Lo interesante es que él no ha cerrado la puerta a esa posibilidad y tampoco ha estado en contra de continuar las mejores cualidades de la política de seguridad democrática sin dejar de lado una buena política social. Me encantó la forma como se despidió de los lectores de su columna en El Espectador, elogió a sus contrincantes, se quejó del carácter excluyente del PDA y dejó en claro que su nuevo horizonte es en Guantanamera, un lugar dónde todos tocan la misma música con diferentes ritmos y ganas.
Me uno a Guantanamera, es posible que no vote por Lucho, ya he dicho que no he decidido todavía por quién voy a votar, pero los lugares incluyentes, donde quepa la izquierda, la derecha, las mujeres, los jóvenes, los LGBT y todos aquellos que buscan una sociedad mejor, menos provinciana, menos cerrada, más libre, sin conflicto armado, con menos pobres y más clase media.
A mi no me parece desagradable que escriba sobre política...que vainas que al hablar de Lucho, se tenga que hablar de Los moreno, y al hablar de estos se tenga que sacar al sol la gente poco pol´tica del POLO,,,mmmno hya que olvidar que dentro de este hay gente seria, que podemos decir de Gaviria Diaz Rodrigo?, me parece que este Ultimo a tenido un discurso mas "incluyente" como lo llama usted...y me parece que tal vez el discursoS incluyenteS de Lucho, SON mas bien pregones proselitistas.
ResponderEliminarMe encantó como abordaste el tema, una cosa es hablar sobre política en términos 'politiqueros' y otra es dar crédito y/o criticar lo que nos parece de este circo! No lo dejes de hacer, creo que esto también nos sirve para formar criterio!!!
ResponderEliminarTe quiero Ro... reinvindicaré mi ausencia!!! xxx