jueves, 19 de febrero de 2009

Cuando el río suena

Hace casi un año cuando comencé El Bayabuyiba escribí una columna de opinión que se llamaba 'Mucho Indio'. No creo que muchos de ustedes se acuerden de ese artículo pero hacía una advertencia que parece confirmada hoy. Palabras más, palabras menos advertía de las tristes decisiones burocráticas del Alcalde Samuel Moreno. Una de las cosas que no alcancé a insinuar para no sonar paranóico era la cercanía de la vieja y tradicional política Samperista en la Alcaldía Mayor.

Nadie debe olvidar que la ANAPO, partido de la familia Moreno Rojas era la peor enemiga del Frente Nacional y terminó devorada por la corrupción y la sinvergüencería de los años posteriores. Los Moreno, salvadores del Presidente Samper durante el Proceso 8000, se quedaron con el Seguro Social y Ecogás. Esas empresas se convirtieron en su fortín político y económico. Aquellos que no se acuerdan mientras se acababan los recursos de los pensionados del Seguro, los Moreno construyeron unas impresionantes oficinas administrativas de la empresa para guardar sus porquerías.

Cuando Samuel se lanzó a la alcaldía yo no lo podía creer. Por eso apoyé la candidatura de Juan Carlos Florés y subconcientemente esperaba que María Emma Mejía se quedara con la candidatura del Polo. Tristemente esa candidatura se acabó pronto, nadie sabe bien por qué. Después en la campaña Moreno demostró como le gusta el clientelismo al responder una pregunta de Antanas Mockus para el Canal Caracol. Voy a confesar que el día de la elección cambié mi voto y me decidí por Enrique Peñalosa. No era mi candidato favorito, pero al menos era la completa antítesis de Moreno.

Después quedé sorprendido con algunas secretarías como la de Gobierno o de Hacienda. Nunca me imaginé que ellos fueran a ocupar los cargos y quedé un poco tranquilo. Sin embargo, como suele pasar en este país los periodistas nos quedamos dormidos. Hoy cuando Gustavo Petro nos volvió a despertar nos dimos cuenta que Moreno había nombrado a Mónica de Greiff, gran amiga y defensora de Samper, en la gerencia de la Empresa de Energía de Bogotá y que muchos de los puestos técnicos están ahora en manos de amigos de sus amigos.

Triste que la izquierda radical en vez de cerrar filas en contra de la corrupción salió a defender a Moreno. Jaime Dussán, famoso por sus corrillos burocráticos para callar a FECODE, fue el primero en servir de escudero y después Wilson Borja, el payaso de los sombreros, dijo que Petro ahora se había vuelto gobiernista y no atacaba a Uribe sino al Polo.

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