jueves, 27 de diciembre de 2012

Calla

-¡Ese correveidile no sabe lo que es un retruécano, me parece el colmo-.
-Yo tampoco sé, esa costumbre tuya de usar palabras difíciles, qué putas es un correveidile-.
-¿No sabes? Piensa un poquito, corre-ve-y-dile, un periodista, esos pobres a los que les toca escuchar cosas y salir corriendo a contarlas-.
-No te entiendo, siempre me hablas así y a mí me toca imaginar un mundo ideal donde yo entiendo las pendejadas que dices-.
-Estás muy negativo, deberías revisar tu nivel de albúmina, lo debes tener altísimo-.
-Ahí estás pintado, otra vez hablando con tus grandes palabras, sé un poquito normal-.
-No te pierdas, ese periodista dijo las cosas mal, el retruécano es una frase de esas chistosas como "no es lo mismo una pelota negra que una negra empelota", supongo que su jefe lo habría puteado si dice algo así al aire y por eso prefirió parecer ignorante".
-¿Cómo era esa palabra que usabas para decir que alguien se equivocaba?-
-¿Chascarrillo? ¿Gazapo?-
-La primera, eres muy raro-.
-El raro eres tú que te vives quejando de mí y aún así sigues conmigo-.
-Estoy desubicado en la vida, no encuentro mi rumbo, creo que por eso te sigo sin problema, no hay riesgos, no colisionamos-.
-¿Colisionamos no es una palabra rebuscada? No te entiendo-.
-La única palabra rebuscada que me sé es palíndromo y no sé ni qué significa-.
-No te hagas el bruto, ya te había explicado que es una frase que se lee igual de adelante a atrás y viceversa, como yo soy-.
-Otra, viceversa, palabra fea, no joda. También, esa que tanto repites, fulgor-.
-Creo que tú solo estás conmigo porque te gustan los orgasmos que tienes conmigo-.
-Tuviste una falsa epifanía-.
-¿Ves? Tú también usas palabras raras-.
-Eso lo aprendí viendo Shortbus, no inventes-.
-Tu argumento acaba de sufrir un terrible derrumbe-.
-No, no es cierto, al que anda entre la miel algo se le pega, quizás se me ocurre pensar que vivo contigo-.
-Me gusta como usas vueltas, haces un monumental esfuerzo por mantenerte en tus pensamientos aunque sean ridículos-.
-Calla, dame una bocanada de un cigarrillo y duerme escuchando mi corazón-.
-Deseo, anhelo amarte toda la vida-.
-Calla, me da vértigo hablar del amor-.
-Y vuelve la burra al trigo, la palabra vértigo tampoco es muy común que digamos-.
-Calla, bésame-.
-Te ves tan churro cuando me das órdenes, creo que por eso me gusta tanto el sexo contigo-.
-Hablábamos de periodistas no de hombres churros, no vengas con cuentos-.
-Entonces hablemos de una teta, como la rara de Andrea-.
-No seas hijueputa-.
-No seas hijueputica-.
-Quiero un arcoiris-.
-¿Ah?-.
-Quiero un arcoiris, dame uno-.
-No puedo-.
-No te amo-.
-Yo tampoco-
-No te creo-.
-Yo tampoco pero no quiero dar fe a tus comentarios disruptivos-.
-Calla-.
-Fuma-.
-Te amo-.
-Yo a ti-.

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