sábado, 21 de abril de 2012

Quería escribir una historia larga, una historia que contara como me atraganté cuando mis ojos posaron mirada sobre los tuyos o como mis labios se estremecieron cuando nos dimos los primeros besos. Me dio impresión de que la gente se lleve una impresión equivocada. Pensé que sería mejor hablar de ti sin tapujos, contar tu nombre, decir que me encanta darte la mano cuando caminamos y que me importa muy poco la cara que hacen los demás si te doy un beso por la calle.

Miento, no necesito una historia para eso, mejor me siento a tu lado, acaricio tus cabellos y te lo digo al oído. Mejor vamos a cine y mientras tú estás concentrado en la pantalla yo me fijo en tus formas. Mejor no le contamos a nadie.

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